SOY UN SAHARAUI MAS

Una bofetada de calor aplastante; Es lo primero que se siente cuando se desciende del avión en el aeropuerto de Tindouf (ARGELIA).



En lo que dura el viaje a los campamentos a través del desierto, anochece. Entre baches y polvo, en medio de una oscuridad absoluta rota por los focos de un viejo autobús en el que viajamos, uno se da cuenta de que no querría vivir aquí.



Es difícil imaginar un lugar tan inhóspito y tan bello al mismo tiempo. De todo esto son protagonistas miles de Saharauis; y quizás sea eso, porque no se les dio otra opción, lo que les hace ser tan hospitalari@s.


Una vez en el interior del desierto, surgen imponentes entre las dunas los campamentos. Han logrado levantar auténticos pueblos.


Lo perdieron todo, pero sus ganas de seguir les llevó a empezar de nuevo. Recuerdan el pasado, con lágrimas en los ojos. Viven el presente, con una sonrisa. Imaginan el futuro, LIBRES.


El desierto del Sahara es su aliado desde 1975, el lugar que los protegió de las bombas enemigas; Es su vida y también su muerte.


Es su arena suave la que los ha visto crecer, Es ese sol intenso el que les ha dado aliento, Es ese viento amenazante el que les invita a seguir luchando, Es el callado pueblo Saharaui pidiendo a gritos LIBERTAD.


50ºC... un mar de arena...el calor no ofrece tregua. ¿Te apetece un helado? ¡En el desierto hay heladerías! Pero ten cuidado, tienes apenas tres minutos o tu helado no será más que un espejismo derretido sobre tu mano.


En el momento de regresar a casa sólo puedes pensar en tu ducha, tu cama... pero sabes que no vas a olvidar a esa gente que has conocido en mitad del desierto, en ese punto que no sale en los mapas. Ell@s no son un espejismo. Tu helado tampoco lo era.


Después de tantos años en la Hamada Argelina, l@s Saharauis en el exilio (unos 200.000) continúan deseando el retorno a casa, aunque tengan que pagar un alto precio. Para ell@s, la lucha de su Pueblo es su vida.
Todavía esperan que el Gobierno español cumpla la deuda que tiene con ell@s por abandonarl@s en el 1975. Creo que no hay millones de euros que puedan hacer que un país como España que se las jura de demócrata y respetuoso con los Derechos Humanos, haga caso omiso del grito de sufrimiento de miles de personas, que fueron españolas, l@s Saharauis.
Después de varios viajes uno empieza a sentir su desesperación, a entender su lucha por recuperar su tierra, cueste lo que cueste.
Mientras, el Pueblo Saharaui necesita que nuestra sociedad se solidarice con ell@s, pues tras muchos años de exilio todavía esperan JUSTICIA.
"Huimos en medio de la noche hacia el desierto, a pie y a oscuras, sin llevar nada. Preferimos dejarlo todo, incluso morir de sed, antes que caer bajo el dominio de Marruecos".
"No nos moveremos de aquí hasta que no podamos volver a un Sahara Occidental LIBRE".
"Me resulta insoportable la indiferencia e impasibilidad de Naciones Unidas, del Gobierno español; de todos los Gobiernos que se llaman democráticos y se llenan la boca hablando de los Derechos Humanos" (Las Asereje de ALLOZ).-

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